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La emblemática danza de "Los Pallos", una de las expresiones folclóricas más remotas y autóctonas de Santiago de Chuco y sierra liberteña, está punto de convertirse en patrimonio cultural de la nación.
Una comitiva encabezada por el alcalde de esa provincia, Juan Gabriel Alipio y el encargado de
la “Casa Museo César Vallejo”, Jorge Alcántara Valles, viajaron a Lima para culminar las gestiones ante Dirección de Patrimonio Inmaterial Contemporáneo, que emitirá en breve la Resolución respectiva.
“El Pallo” es una danza que se baila en honor del apóstol Santiago
"El Mayor". Sus protagonistas son varones fuertes, de contextura atlética y mucha resistencia que bailan hora tras hora, de día y noche sin demostrar cansancio.
Según el antropólogo Niler Segura V, es producto del sincretismo cultural y el mestizaje de los chukos con los
conquistadores españoles y constituye un símbolo de la santiaguinidad.
La Danza está conformada por
un conjunto de 12 o 18 danzantes hombres vestidos con sombrero a la
pedrada, tul blanco en la cara, traje de vivos colores, medias largas de borlón
grueso color carne, ajustadas al pié desde las rodillas, con sarta de
cascabeles, botines de cuero grueso y suela, y espada de madera en la mano.
El sombrero es dorado y
adornado con un espejo estrellado en la parte delantera, el traje es orlado y
adornado con bandas que llevan espejos de diferentes formas que se cruzan en el
pecho y la espalda y se juntan con otra en la cintura.
Los Pallos, danzan dirigidos
por el "Pallo Mayor", en líneas rectas, círculos, forma de
"ocho" o la Cruz de Santiago, al son de la música del Pallo que
interpreta el cajero (Chiroko), quien golpea la caja con la guaytana y sopla a
la vez la flauta o pinkullo.
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