¿Por qué los organismos reguladores de servicios públicos no fiscalizan de manera efectiva a los operadores de teléfonos, gas, agua, luz, transporte, encargados de velar por las tarifas y buen servicio?. Simple, son ellos los que les pagan los sueldos.
El presupuesto de dichas entidades se construye con un significativo porcentaje de las empresas del rubro lo que les permite jugosos sueldos, viáticos y dietas. He allí el detalle.
La telefonía, por ejemplo, aporta a Osiptel el 0.5% de su facturación estimada en más de 4 mil millones de soles anuales. Osinergmin, Sunass, Sutran, Indecopi, reciben 1% y hasta 2% de los ingresos de cada sector.
Ingentes recursos financieros, que lejos de fortalecer la defensa de los derechos ciudadanos, limitan su neutralidad y hacen inclinar la balanza en favor de los patrocinadores que finalmente financian la planilla.
La telefonía móvil, energía, derechos de autor y bancos baten record de quejas, pero los consumidores siguen perjudicados con pésima atención, pagos de engorrosos trámites y tiempos extremos.
Otro tanto ocurre con la SBS que acaba de autorizar que suba la tasa de transferencias interbancarias pero no hace nada por mejorar los intereses en los ahorros.
Los funcionarios aducen que para ser más competentes deben darles más presupuesto, pero un estudio sobre la situación económica hecho por Ciudadanos al Día, revela que dichas entidades están inmersas en excesos y desorden presupuestal.
CAD sostiene que por ello los organismos reguladores deben establecer fuertes políticas de austeridad y dedicar esos recursos a la educación en temas de regulación o supervisión para recuperar su verdadero rol en defensa del consumidor.
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