La reunión sirvió también para mostrar el Premio “Luis Hochschild Plaut” que unos de los socios del proyecto, Backus, obtuvo de parte del Instituto Peruano de Acción Empresarial (IPAE) en diciembre del 2011, en el área Promoción del arte y la cultura peruana.
El premio es una escultura de Manuel Larrea titulada “Frágil equilibrio” y usa fierro soldado y lacas acrílicas, para representar al individuo de nuestros días, que vive la problemática del consumo, pero trabaja, sufre, disfruta, padece, anhela y se esfuerza por lograr la felicidad.
Primero, se mostró la recuperación completa de la fachada principal del monumento, que consiste en siete escalones decorados con relieves policromos, que luego de 14 años de trabajos ha sido liberado de los escombros que la mantuvieron cubierta por más de 1,200 años.
EL HALLAZGO
Pero lo que concitó el interés de los convocados fue una original construcción semicircular (en media luna) de cuatro escalinatas, que mide en su parte superior 3 metros y en su base alrededor de 5 metros y medio, con rampa de Este a Oeste, que a sospechas del arqueólogo UNT Santiago Uceda se trataría de un altar de sacrificios.
“No existe documentación o registro de otra edificación similar en otros lugares Moche; podría tratarse de un altar, pero es necesario revisar mucha iconografía”, expresó la arqueóloga Milagros Orbegoso, quien junto al restaurador Rafael Gordillo son los responsables del equipo de trabajo en la zona.
La primera hipótesis de trabajo es que en dicho lugar hayan ocurrido combates rituales con sacrificios humanos 1,200 años atrás en las postrimerías del imperio Moche. “Sospechamos esta afirmación, porque en la parte posterior hay fragmentos de relieves que nos indican pudo estar representado el combate ritual de los dioses de la Huaca de la Luna y dioses secundarios”, anotó Uceda Castillo.
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