La
mega diversidad biológica del Perú es un patrimonio natural invaluable Vale más
que el oro que con codicia se extrae de nuestras montañas y terminará por
acabarse, pero la riqueza biológica nacional es inagotable, crece y se
reproduce permanentemente en todas nuestras zonas ecológicas de costa, sierra y
selva.
Perú
es uno de los 25 puntos calientes en biodiversidad en el mundo. Posee recursos
genéticos que son importantes para la seguridad alimentaria, más del 65% de la
agricultura depende de ellos. Su aporte a la economía peruana constituye el 15%
del PBI, lo que garantiza su crecimiento y desarrollo sostenible.
Pero
es necesario protegerla y planificarla con un manejo racional para beneficio de
todos los peruanos. Debemos crear
conciencia de su vital importancia y formular políticas claras, realistas de
conservación que involucren a todos los sectores; públicos y privados, en
especial a los pobladores de las comunidades que viven la realidad.
Es por ello destacable el Taller Macro
Regional para la actualización del Plan Nacional de Biodiversidad del Perú, organizado
por el Ministerio del Ambiente y el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo, realizado dos días en Trujillo, que puso el foco de atención sobre
sus metas y objetivos.
Nueva Visión
La primera versión de la Estrategia
Nacional sobre la Diversidad Biológica fue aprobada en el año 2001, luego se elaboraron
19 estrategias regionales y 4 macro regionales, las que ahora se han revisado para enriquecer con nuevos enfoques.
En
el foro, el experimentado José Álvarez, Director
general de Diversidad Biológica, ha señalado que debemos preservar los
inagotables recursos naturales con los que cuenta el país para garantizar, no
sólo nuestra sobrevivencia, sino la del mundo y evitar la depredación
ambiental que tiene un alto costo para el país, unos 8 mil millones de soles -4%
del PBI.
Entre
las causas de tremendo despropósito están la extracción indiscriminada de la
fauna, la contaminación de ríos y mares, la desforestación que nos hacen perder
nuestros valiosos recursos naturales. Por ejemplo, la pesca de anchoveta, que
debido a la avaricia de empresas particulares, ha bajado sus niveles de
producción a 8 millones de toneladas al año cuando podría estar en 25 millones
de toneladas.
El
coordinador del proyecto, Antonio W. Salas, reveló que el Perú está quinto lugar
entre los 17 países con mayor biodiversidad en el mundo y con un enorme potencial
genético, que compromete a elaborar un plan con miras a cumplir las metas y objetivos
trazados en la visión estratégica al año 2021, para reducir las pérdidas de biodiversidad
y aumentar sus componentes.
Rudy
Valdivia, del Servicio Nacional de Áreas Protegidas por el Estado, presentó un
mosaico visual de conservación en diversas zonas ecológicas que ayudaron a
definir estrategias y nuevos enfoques y especialistas
del Ministerio del Ambiente, ilustraron acerca de los estudios que se hacen
sobre la Quinua, árbol emblemático del Perú, que cuenta con 21 variedades en
los Andes, 16 de ellas en el Perú.
También se habló sobre preocupantes problemas de “ecosistemas
frágiles” como las lomas del Cerro Campana, un milenario tesoro de
biodiversidad que requieren de mayor atención para su conservación.
Importantes
aportes
Al concluir la jornada, se estableció
una agenda para desarrollar instrumentos que permitan medir y reportar el
fortalecimiento de la gobernanza en torno a la gestión de la biodiversidad, así
como la incorporación de usuarios y comunidades locales en todas las acciones,
incluyendo la capacitación y participación comunitaria.
Como meta se planteó que en el 2014, las tres
instancias de gobierno, nacional, regional y local, deberán reconocer las
iniciativas locales pre-existentes con especial énfasis en las experiencias de
comunidades que consideran especies de flora y fauna silvestre amenazada y su
puesta en valor para el desarrollo sostenible.
Otro objetivo es que,
al segundo semestre del 2016, se hayan aprobado mecanismos regulatorios para
gestionar de manera sostenible la
pesca y el aprovechamiento de recursos hidrobiológicos, la agricultura,
la acuicultura, la silvicultura, la
ganadería extensiva, minimizando la contaminación y los procesos que
atenten contra la diversidad biológica.
Se recomendó
igualmente consensuar la clasificación bio-geográfica del Perú, como por
ejemplo, el uso de eco-regiones, pisos ecológicos, pisos bioclimáticos, zonas
de vida, marino-costeras, ecoturismo y forestales. Al mismo tiempo, considerar
entre los ecosistemas frágiles las lomas, bosques de montaña y el impacto de
transgénicos.
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