Biólogos pesqueros de la UNT |
Bocanegra, afirmó que la primera causa de muerte de las aves es debido al calentamiento de las aguas en
el litoral del norte del Perú. "Estamos viviendo una anomalía
térmica, pues cuando las aguas del mar debería estar en esta época del año en 16
grados centígrados se la observa en 18 y 20º centígrados, temperaturas elevadas
que obliga a las anchovetas a desaparecer del mar del norte peruano”.
En su recorrido el equipo hizo
avistamiento de bandadas de pelícanos de norte a sur de 500 aves en Magdalena
de Cao; 1000 en Huanchaco y 1,500 en Salaverry. "¿Morirán están aves? Es muy
probable, porque ni en Chimbote encontrarán alimento, porque las temperaturas
del mar ahí son superiores a las registradas en Trujillo", sostuvo.
Dijo además, que se debe empezar una campaña de limpieza de los animales muertos en las orillas y recomendó incinerar a las aves encontradas o enterrarlas con cal. También señaló que casos como los reportados desnudan la falta de registros en los organismos que monitorean el mar.
PARÁSITOS PELIGROSOS
Gustavo Ywanaga
dijo que los pelícanos muertos fueron encontrados con bajo peso, es decir con
un cuadro de desnutrición muy grave y en el estomago se halló el parásito Ascaris SP en un trabajo en el
laboratorio de la UNT junto al investigador Luis Pollack.
“Un cuadro similar fue reportado en el
2009 en la zona de Acapulco, en Baja California, al norte de México, donde
ocurrió muerte masiva de pelícanos. Se especuló sobre el virus, pero al final
se demostró que la causa de la muerte era la excesiva presencia de parásitos en
el intestino de los pelícanos”, manifestó.
Hay que tener en cuenta que un Ascaris adulta pone 250 mil huevos
diarios. En el caso del ave examinada se le encontró 50 de estos parásitos.
Más adelante, Angelo Luján, destacó la
labor del profesional de biología pesquera en el contexto actual de los cambios
climáticos y es necesario estar monitoreando el mar peruano.
Como docentes del Departamento de
Pesquería se comprometieron a elevar un informe científico a las autoridades de
la UNT, que a su vez deberá enviar copias a las entidades relacionadas con el
tema; así como seguir monitoreando la presencia de animales vivos o muertos en
el litoral.
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